Lección 5 de Intermediarios
LA BATALLA DE LUCIFER
¿Cometiste una mala acción y después sentiste miedo de reconocerla como tal? ¿Cómo te sientes cuando tienes que admitir que te has equivocado? ¿Es fácil perdonar a alguien cuando comete un error o cuando miente acerca de ti? Imagina el cielo cuando Lucifer mintió acerca de Dios.
Isaías 14:12-16; Ezequiel 28:11-19; Apocalipsis 12:7-9; El conflicto de los siglos, pp. 546-558.
“—El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación” (Éxodo 34:6, 7).
La gracia de Dios expone las mentiras de Satanás.
—¿De qué tratará la reunión? —preguntó un ángel a otro mientras entraban en el amplísimo salón.
—Me parece que Lucifer ha ido demasiado lejos esta vez —contestó su compañero—. Anda diciendo que él debiera ser igual a Dios.
—¿Cómo se le ocurre siguiera pensar en eso? —intervino un tercer ángel.
—Me imagino que por eso Dios ha convocado esta reunión —comentó otro.
—¡Silencio! —dijo alguien—. Dios se está preparando para hablar.
Dios se dirigió a la asamblea angélica. —Amigos, alguien en el cielo ha elegido lanzar acusaciones contra mí. Considero que son falsedades. Pero deben juzgar por ustedes mismos. Lucifer hablará primero y luego mi Hijo le contestará en mi lugar.
Lucifer comenzó diciendo:
“Hay varios asuntos que me parece que deben aclararse. Primero, el liderazgo injusto de Dios. Creo que permite únicamente las cosas que le producen un beneficio personal. Se asegura que nadie más ejerza ninguna clase de autoridad. Por ejemplo, declaró a su Hijo igual a él mismo sin consultar a nadie más.
“Mi pedido de igualdad con Dios ha sido rechazado repetidamente. Soy digno de que se me encarguen tareas más importantes.
“Dios y Miguel (después conocido como Jesús) están realizando planes para crear un nuevo planeta, pero han excluido a todos los demás de esas reuniones. Como ángel de mayor rango, tengo derecho de asistir a esos concilios, pero Dios rehúsa satisfacer mis pedidos”.
Los ángeles se pusieron nerviosos mientras Lucifer hablaba. Algunos estuvieron de acuerdo con sus pretensiones, pero no la mayor parte.
“Dios insiste en que obedezcamos sus reglamentos —siguió diciendo Lucifer—, pero no tenemos parte alguna en crear esos reglamentos. Eso nos convierte en sus esclavos. Debiéramos tener libertad total para hacer lo que deseemos. Sé que yo podría dirigir las cosas mejor que Dios”.
—¡Exijo igualdad inmediata! —gritó Lucifer.
Cuando Lucifer se retiró con los brazos cruzados como gesto de desafío, sus partidarios lanzaron voces de aclamación. Todos se callaron cuando Miguel comenzó a hablar.
Todos escuchaban con profunda atención. Los ángeles leales se preguntaban si Miguel conseguiría inducir al rebelde al arrepentimiento.
“¿Sienten ustedes la misma tristeza que yo? Las acusaciones de Lucifer son falsas. Dios ha hecho provisión para las necesidades de todos ustedes. Colocó a Lucifer en la posición más elevada de todos los órdenes angélicos. Es el ángel que ha estado más cerca de Dios. Ha visto personalmente que Dios no establece reglamentos injustos. Lo único que Dios requiere es obediencia a su Ley de amor. Si alguien decide no obedecerla, entonces surgen problemas. Podemos ver ahora mismo cómo los celos y la presunción han creado problemas entre nosotros. Lamentablemente el descontento y la insatisfacción son los resultados de la rebelión contra Dios.
“Lucifer dice que ustedes desean ser libres para efectuar sus propias decisiones. Pero ustedes han tenido siempre libertad para decidir por su cuenta. Pueden elegir seguir a Lucifer, pero él no les puede dar vida. Aun su propia vida viene de Dios”.
—No es demasiado tarde para que se arrepientan. Dios los perdonará —concluyó Miguel con tono de ruego.
—Por cierto que Dios nos perdonará —dijo Satanás con tono burlón—. Pero lo único que quiere es tenernos bajo su control. Pero si no hacemos las cosas como él ordena, entonces no se mostrará tan perdonador.
—¿Acaso no comprendes? —replicó el Hijo de Dios. Él te ama sin importar lo que hayas dicho o hecho. Lo único que tienes que hacer es pedírselo. Dios te ha dado la posibilidad de elegir. Todo lo bueno que hay en tu vida viene de Dios, aun la vida misma. Él no trata de retener ninguna cosa buena para que no tengas acceso a ella. Sus leyes existen solamente para protegerte del mal y la infelicidad. Pero él no te forzará para que lo sigas o que retengas sus dones.
Después de la reunión, muchos ángeles leales procuraron convencer a otros ángeles rebeldes de que la gracia de Dios era suficiente para perdonarlos y seguir amándolos. Y que sus leyes habían sido creadas para su paz y felicidad.
Pero Lucifer no se dejó persuadir. Eligió oponerse a la ley de amor de Dios. Después de trabajar mucho para persuadir a los demás ángeles a que lo siguieran, logró convencer a la tercera parte a declarar la guerra al Hijo de Dios. La batalla fue terrible. Lucifer y sus seguidores perdieron y fueron expulsados del cielo.
De pie en la puerta, Dios los observó salir.
—Lo único que deseo es su paz y felicidad. Todavía los perdonaría y les daría la bienvenida al hogar si quisieran permitírmelo.
Volviéndose a su Hijo y a los ángeles que quedaron, dijo Dios:
—No tienen idea del precio que voy a pagar para asegurar que nadie más los siga y abandone la vida de amor y felicidad que quiero para todos.
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Dios les bendiga!!!
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