Primarios | Lección 2: Mensajero con una misión | 4to Trimestre 2022 | Año C

Lección 2 de Primarios MENSAJERO CON UNA MISIÓN   ¿Has estado en un aeropuerto? ¿O en un puerto con barcos? ¿Te entretuviste mi...

Lección 2 de Primarios

MENSAJERO CON UNA MISIÓN

 

¿Has estado en un aeropuerto? ¿O en un puerto con barcos? ¿Te entretuviste mirando los aviones y los barcos que iban y venían? En la historia de hoy, Pablo se encuentra en un puerto. ¿Qué crees que hace en ese lugar? Lee la historia que sigue.

Texto y clase de referencias:
2 Corintios 2:12, 13; 8:16-24; 9:1-8; Romanos 15:26; Los hechos de los apóstoles, pp. 243, 260, 261.

Versículo para memorizar:
“Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes” (Juan 20:21).

Mensaje:
Sirvo a Dios cuando ayudo voluntariamente a los demás.

 

Marineros que llevan pesados bultos sobre los hombros descienden del barco por la pasarela de desembarque en el muelle del puerto de Troas. Pablo se abrió paso entre la multitud mientras preguntaba de dónde venía ese barco.

Es posible que haya preguntado a uno de los marineros: “¿Vienen ustedes de Macedonia?” Cuando supo que venía de Macedonia, miró con atención todas las caras para encontrar a su amigo Tito.

Tito era la clase de persona que se ganan pocos enemigos. Tenía facilidad para atraer a la gente. Cuando se producían desacuerdos entre los miembros de la iglesia, Tito los ayudaba a resolverlos satisfactoriamente. Los ayudaba a comprender sus diferencias y a eliminarlas. Era la clase de persona que Pablo necesitaba en ese momento.

Pablo había escrito una carta a los miembros de la iglesia de Corinto acerca de la necesidad de cambiar su comportamiento, porque hacía poco tiempo que se habían convertido al cristianismo. No habían adorado antes al Dios verdadero. Muchos de ellos habían adorado ídolos o habían sido delincuentes. Pablo les había escrito para decirles que no podían comportarse de ese modo y adorar a Dios al mismo tiempo.

De modo que Pablo había escrito una carta, pero no sabía cuál había sido la reacción de los corintios. Temía haberlos ofendido. ¡Se preocupaba tanto por ellos! Le gustaría visitarlos si ellos se lo permitían. Había enviado a Tito a Corinto para averiguar si había arruinado su amistad con ellos. ¿Habría logrado Tito ayudarlos a comprender que la crítica de Pablo se basaba en el amor y la preocupación que sentía por ellos? Tito no llegó en el barco que venía de Macedonia.

Pablo, sumamente preocupado, decidió viajar a Macedonia para encontrarse con Tito. Tenía que averiguar cuál había sido la reacción de los miembros de la iglesia de Corinto a su carta.

Cuando Pablo llegó a Macedonia, encontró a Tito y le preguntó acerca de sus amigos corintios. ¿Estaban dispuestos a verlo? ¿O bien había él arruinado permanentemente su amistad con ellos?

—¡Tienen grandes deseos de volver a verte! —le informó Tito con mucha alegría—. Nuestros nuevos amigos cristianos aprecian tu preocupación por ellos. Y desean volver a verte.

Esa noticia hizo que Pablo sintiera mucho alivio. Pablo hizo planes de visitar a Corinto. Escribió una carta personal a sus amigos de ese lugar. Tito llevaría la carta. Puedes leer esa carta en la Biblia. Está en el Nuevo Testamento y se llama Segunda Carta a los Corintios. En ella Pablo dice a los miembros de la iglesia de esa ciudad que se alegra porque todavía son amigos. Les habla de su amor y preocupación por su iglesia. Los anima a efectuar una generosa contribución a la ofrenda que otras iglesias están reuniendo para ayudar a los cristianos pobres de Jerusalén. Pablo les dijo también que esperaba que la iglesia manifestara amor a Tito y a los que viajaban con él.

Tito no sirvió únicamente a Pablo, sino además a los miembros de las iglesias. Es posible que también tú poseas el don de llevarte bien con la gente como el que tenía Tito. Tito servía a los demás con gozo y voluntariamente. Él y Pablo sentían auténtica simpatía por la gente que se había unido a la iglesia de Jesús. Por eso Pablo escribió cartas para ayudarlos a permanecer fieles a Jesús. Por eso Pablo, Tito y otros los visitaron.

Tito y Pablo se preocupaban también de los que no eran miembros de la iglesia. Por eso viajaban continuamente para compartir las buenas nuevas del amor de Jesús y contribuir a satisfacer las necesidades de la gente. ¿Podrías tú hacer saber a los demás que te preocupas sinceramente por ellos, así como Pablo y Tito lo hacían? ¿Los servirás con gozo y voluntariamente?

 

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Dios les bendiga!!!